El benchmarking, o bien análisis comparativo, es un proceso mediante el cual una empresa compara su rendimiento, prácticas y resultados con los de los líderes del sector o las mejores prácticas del mercado. El objetivo principal es identificar áreas de mejora y oportunidades para aumentar la eficiencia estratégica y económica. Este análisis no solo se fija en el rendimiento financiero, sino que también considera aspectos como la satisfacción del cliente, la innovación y la sostenibilidad. Se trata de una metodología analítica que ayuda a impulsar el cambio, optimizando los resultados, hasta el punto de que las empresas logren una ventaja competitiva significativa.
Si un análisis de notoriedad de marca responde a la pregunta: «¿me conocen en el mercado?». Un análisis de reputación responde a la pregunta: «¿cómo me perciben en el mercado?». Un análisis benchmarking responde a la pregunta: «¿cómo estoy posicionado en el mercado?». Y a un nivel más profundo: «¿cómo es el mercado en el que opero?». Al final, permite a las empresas reajustar sus estrategias para mantenerse alineadas y relevantes en el sector.
Empecemos por aclarar que «Benchmark» es un término que por su propia naturaleza tiene que estar relacionado con algo:
- Comparación entre empresas del mismo sector (o Benchmark funcional/de proceso)
- Comparación entre empresas de distintos sectores con procesos similares o disímiles (o Benchmark genérico de procesos)
- Comparación estratégica (o Benchmark sobre competidores)
Benchmarking sobre la competencia
Este último modelo comparativo es, con diferencia, el más utilizado. Responde a la necesidad precisa de la empresa de establecer su posición en comparación con la de sus competidores directos. Por tanto, no se trata de un análisis absoluto, basado en métricas en profundidad, a veces construidas ad hoc para las propias empresas, capaz de verificar en detalle un proceso de producción más que la percepción de una marca. Si no que es un análisis comparativo, que identifica métricas generales, capaces de comparar entidades diferentes, que además pueden moverse en mercados diferentes, pero las alinea todas a un denominador común para establecer un orden y permitir comprender la posición de cada marca/empresa o incluso alto cargo.
CEO Index
Un ejemplo de benchmarking es nuestro CEO Index, una auténtica clasificación que compara a los distintos CEOs de las mayores empresas del mundo según su percepción mediática. Se trata de un indicador que Onclusive ofrece en modo de código abierto en su sitio web, y en el que se puede comprobar, con actualizaciones periódicas, la presencia en los medios de comunicación de diversos líderes empresariales mundiales. El fundamento analítico de benchmarking de este índice es precisamente haber identificado parámetros con valor científico para ordenar el ranking (presencia mediática, autoridad de la fuente, etc.).
Ventajas del benchmarking
He aquí, en resumen, algunas ventajas del benchmarking:
- Identificación de carencias: al comparar su propio rendimiento con el de los principales competidores, puedes identificar lagunas en los procesos, estrategias y rendimiento general de tu empresa.
- Innovación: estudiar a las empresas líderes puede inspirar la innovación dentro de la empresa, fomentando nuevas ideas y enfoques creativos.
- Planificación estratégica: el análisis comparativo proporciona información valiosa para desarrollar planes estratégicos más realistas y centrados, basados en datos concretos.
Aplicación del benchmarking
A continuación os dejamos 5 pasos clave para aplicar con éxito el benchmarking:
- Define los objetivos: establece claramente cuáles son los objetivos del análisis y qué áreas concretas deseas examinar.
- Recopilación de datos: recopilar datos cuidadosos sobre el rendimiento de la empresa, tanto internos como externos, y compararlos con empresas de referencia.
- Identificación de las mejores prácticas: analizar las prácticas ganadoras de las empresas líderes y evaluar cómo podrían adaptarse a su empresa.
- Planificación y aplicación: elaborar un plan de acción detallado para aplicar las mejoras identificadas y supervisa continuamente los progresos, para así realizar los ajustes necesarios.
- Medición del éxito: utiliza indicadores clave de rendimiento (KPI) para evaluar el éxito de los cambios realizados y compararlos con los resultados iniciales. Repite el proceso para cada objeto de análisis.
Hoy en día, cada proceso debe analizarse cuidadosamente para obtener información valiosa para las empresas, que necesitan un mapa claro y una brújula para orientarse. «Puedes equivocarte en la estrategia: puedes cambiarla fácilmente sobre la marcha. Pero si te equivocas en el análisis, te equivocas en la dirección a seguir» (Oscar Farinetti – Eataly).
Un análisis de benchmarking preciso ofrece siempre puntos de referencia claros para desarrollar una comunicación eficaz, con una visión determinada de la identidad de la marca que se quiere comunicar, en el contexto del mercado al que se refiere.
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